Los principios básicos del pilates son:
- Relajación: cada sesión de entrenamiento comienza por la relajación con el fin de liberar los músculos dominados por su tensión (hombros, nuca...) y trabajar los músculos relajados.
- La concentración: el método Pilates es bueno para el cuerpo y para la mente. Para que sea eficaz, es esencial concentrarse en cada movimiento.
- La respiración: respirar profundamente abriendo por completo la caja torácica permite una mejor movilidad del cuerpo.
- La alineación: una buena colocación de la pelvis y de la columna vertebral es esencial con el fin de evitar desequilibrios musculares y tensiones.
- Encontrar el centro: la noción de “centro energético”, región situada entre las caderas y la caja torácica, es el corazón del Pilates. De esta zona debe partir cada movimiento. En la práctica, se trata de meter sistemáticamente el vientre para poner en funcionamiento los abdominales más profundos.
- La coordinación y la fluidez: para que sean eficaces, los movimientos deben ser efectuados con precisión y maestría. Cada ejercicio se repite pocas veces, pero debe hacerse a la perfección
- Aporta vitalidad y fuerza.
- Mayor flexibilidad, destreza, agilidad y coordinación de los movimientos.
- Figura más estilizada.
- Corrección de hábitos posturales perjudiciales y reducción de los dolores de espalda.
- Mejor autoconocimiento del cuerpo.
- Prevención y rehabilitación de lesiones musculares.
- Mejoras en los sistemas sanguíneo y linfático.